Día 40 - 40 Días de Oración

En este pasaje, Pablo cita a Isaías 52:7, donde se lee: “¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz, del que trae buenas nuevas, del que proclama la salvación, del que dice a Sión: ‘Tu Dios reina’!”.

Dios tenía la opción de transmitir el mensaje de salvación de diversas maneras, cómo utilizar un ángel como mensajero o actuar directamente sin necesidad de un predicador humano. No obstante, la forma común en la que Dios dirige a las personas hacia Jesucristo es mediante la predicación del evangelio, y nos ha seleccionado para llevar a cabo esa tarea.

Nos regocijamos por aquellos que han experimentado la salvación a través de Jesús en todas partes del mundo. Sin embargo, reconocemos que aún queda una gran labor por realizar. Permítanme compartirles algunos datos relevantes sobre este tema. La población mundial actual se acerca a los ocho mil millones de individuos. Según el investigador francés Sebastián Fath, se estima que existen alrededor de 2.500 millones de personas que se identifican como cristianas en todo el mundo, de las cuales solo 660 millones son consideradas como cristianos evangélicos.

A pesar de que algunas personas rechazan el Evangelio, ello no nos exime de la responsabilidad de proclamarlo. No podemos utilizar ese rechazo como excusa para no cumplir con el mandato de predicar a toda persona.

Pablo también dice en 2 Timoteo 4:1-2: “Te ruego delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la Palabra; que exhortes a tiempo y fuera de tiempo; reprende, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.”