Día 28 - 40 Días de Oración

Recuerdo haber tenido un mentor que solía repetir: “El contexto es Rey”. Por lo tanto, vamos a examinar el contexto del versículo de hoy, que se encuentra en 2 Pedro 3:18. Antes de continuar, le invito a que tome un momento para leer todo el capítulo.

En este capítulo, vemos una dicotomía entre la advertencia sobre los últimos días malos y la belleza del carácter paciente de Dios y Su promesa de un cielo y una tierra nuevos. Entonces, ¿dónde encaja la adoración en todo esto?

Queridos hermanos y hermanas, mientras meditamos sobre la adoración en un ritmo sagrado, me gustaría animarnos a verlo como un ritmo que estamos comenzando ahora y que nunca terminará por toda la eternidad. Encontremos como seguidores de Jesús que alaban y dan gloria en los días difíciles aquí en la tierra y continuemos esa alabanza mientras llegamos a estar en Su gloriosa presencia. Nuestros actos de adoración ahora no son más que un atisbo de eternidad. Los ritmos de trabajo y las arduas tareas y cargas pasarán, pero nuestros ritmos, que incluyen la adoración al único y verdadero Dios, son en los que podemos descansar. La gloria y la alabanza al Señor son lo que perduran. Así que, “¡A Él sea la gloria ahora y siempre!”.

¿Cómo puedes incorporar la adoración a tu ritmo diario esta semana de una manera que nunca hayas probado?