Día 25 - 40 Días de Oración

Al enfocarnos esta semana en hacer que nuestras vidas sean una adoración a Dios, nos detenemos en un versículo comúnmente pasado por alto de la carta de Pablo a la iglesia de Corinto. En este verso, Pablo habla sobre las lecciones que los corintios pueden aprender de sus antepasados en Egipto.

A menudo nos aferramos a la última parte del verso y lo utilizamos como motivación para vivir en santidad para el Señor. Vemos este versículo como una declaración interna, una que nos mantiene centrados en nuestras prácticas y las decisiones diarias que tomamos. Sin embargo, quiero desafiarnos a examinar el pasaje en su totalidad para ver lo que Pablo realmente quiere decir. Comienza esta frase con una conjunción, lo cual indica que lo que sigue es el efecto de una causa previamente mencionada. Si volvemos a los versículos 23-30, vemos a qué se refiere el “así”: a las leyes pasadas de pureza y al enfoque de la evangelización en torno a la mesa.

Esto ha sido poderoso en mi casa, ya que hemos buscado evangelizar en la mesa. Alrededor de las comidas, hemos experimentado crecimiento, vulnerabilidad y risas. La mesa es un lugar donde debemos mostrar cómo vivimos verdaderamente para Dios. ¿Estamos dispuestos a abrir nuestras vidas para que se crucen con la normalidad de los demás? ¿Comenzamos a evangelizar y a adorar en la mesa? Jesús nos invita a su propia mesa, así que seamos una hermosa representación del Evangelio mientras oramos para que nuestras vidas sean un testimonio de adoración.