Día 29 - 40 Días de Oración

La exhortación de Pablo a perseverar en la obra del Señor sigue siendo tan relevante hoy como cuando fue escrita. Es esencial que la familia de Dios continúe perseverando en su compromiso mutuo y en la misión del Rey Jesús.

En nuestro mundo actual, nos enfrentamos a la tentación real de la división, el desánimo y la incertidumbre sobre si hay esperanza. Sin embargo, a través de las palabras de Pablo, Dios nos manda a ser firmes en nuestra perseverancia como un árbol gigante de secuoya se mantiene firme ante la más feroz de las tormentas.

Pablo fundamenta esta responsabilidad en la verdad del evangelio, la victoria sobre la muerte a través de la triunfante resurrección de Jesús. Nos mantendremos firmes e inamovibles porque compartimos la victoria de Cristo.

En 1ra Corintios, podemos observar cómo estas buenas acciones buscan el bienestar de los demás. Las buenas obras realizadas en favor de la familia de Dios buscan la unidad y la edificación de nuestros hermanos y hermanas en amor. Las buenas obras dirigidas a los perdidos implican ser todo para todos, de modo que, mediante la proclamación fiel del Evangelio, podamos ganar a algunos para Cristo.

Después de considerarlo todo, decidimos abundar en la obra del Señor, porque nuestro Padre nos asegura que nunca es en vano. Aunque no podamos ver el fruto con nuestros ojos terrenales, perseveramos porque Aquel que lo prometió es fiel.