Día 38 - 40 Días de Oración

SALVOS POR LA FE 

EFESIOS 2:8-10

Efesios 2:8-10 presenta de manera sencilla la verdad de las buenas noticias de Jesús, donde queda claro que no se puede obtener por ningún esfuerzo propio. Es un regalo de la gracia divina, el favor inmerecido de Dios. Este regalo debe ser recibido del dador, y en este caso, se recibe a través de la fe en Jesús, el Dador de regalos.

¿Cómo puedes estar seguro de haber recibido este don por gracia en lugar de basarte en tus propios esfuerzos humanos? El versículo 10 lo aclara: una vida transformada... En Jesús, a través de la gracia y la fe, nos convertimos en la obra maestra de Dios. Él nos moldea para que seamos cada vez más como Jesús, y esta transformación es evidencia de que se produce por su gracia y no por nuestras obras.

Recuerdo haber leído que solo la gracia tiene el poder de transformarnos de la manera coherente que anhelamos. Es esencial deshacernos de nuestro viejo yo y su inclinación hacia las obras para poder crecer en la gracia, que en primer lugar solo viene por gracia. Este es un don maravilloso de la gracia que no solo nos salva, sino que también nos santifica.

No hay límite para cuánto podemos abrazar la gracia ni cuán decididos debemos ser en eliminar cualquier mentalidad basada en obras que podamos tener. Esta experiencia personal tiene un impacto radical en nuestra actitud y motivación hacia la evangelización. Una vez que hemos experimentado la plenitud de la gracia, no podemos evitar compartirla con otros. Si sientes que te falta el evangelismo en tu vida, enfócate en la gracia. Transformará tu forma de actuar de manera sorprendente.

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